Ixmiquilpan es uno de los municipios más apasionantes del estado de Hidalgo: por las venas del llamado corazón del Valle del Mezquital corren aguas termales cristalinas que bañan el paisaje semi árido de las tierras hñähñus, circulan dólares como en ningún otro punto del estado, se hace comunidad para defender lo justo cuando asiste la razón, se castiga al que traiciona, se respeta al que trabaja.
Más de 100 mil personas habitan este territorio que cuenta con una superficie superior a los 486 kilómetros cuadrados, que representa el 2.34 por ciento de la superficie estatal, donde se ha generado un efecto interesante de renovación en diversos sectores de la sociedad, con el respaldo de grandes grupos que no solo alientan, sino que aportan intelecto y mano de obra a ras de piso cuando hace falta.
No ha sido mágica (aunque algo hay de esto en esta mística tierra) la revolución de pensamiento y acción que se propone y comienza a florecer en el Valle, se trata del resultado de un proyecto que encabeza un joven comerciante, que ha aportado desde hace muchos años a la comunidad y que fue respaldado por la mayoría de las y los electores para convertirse en presidente municipal.
Su nombre es José Emanuel Hernández Pascual, conocido como El Chino, alcalde que ha generado una propuesta de transformación de la ideología local mediante una visión de futuro auténtica y profunda. En el muy complejo reto de sembrar la filosofía a la par de generar acción inmediata, las cosas avanzan.

Es común, casi obligado y saludable, que vecinos señalen lo que se ha dejado de hacer y lo que debería hacerse para beneficio de la comunidad; los detractores naturales a un proyecto político también desempeñan su rol y cada quien genera lo que le corresponde, pero hoy nadie debe pasar por alto la visión -per se, dicen los puristas- que el presidente Emanuel propone y que no todos los municipios cuentan con una. Es el efecto Chino.
Emanuel Hernández decidió ir por el camino más complicado, pero el que mejores frutos da en el mediano y largo plazo. Ha decidido fortalecer esa parte que casi nadie quiere atender ya y que radica en lo profundo: del alma, del corazón, del hogar, de la familia, de la comunidad. Es algo así como la obra hídrica que nadie quiere hacer porque va enterrada y no se ve, pero en un contexto de lo intangible.

¿Se lee romántico? Es romántica la visión y del romanticismo han nacido extraordinarias historias de éxito que han transformado el mundo en más de una ocasión. También estas propuestas han fallado y son perfectibles, para tenerlo en cuenta.
El Chino es arrojado en la vida, desde su postura de empresario y los riesgo implícitos a la hora de hacer negocios, es valiente cuando recorre miles kilómetros en moto o cuando arma un campamento en medio de la nada con el único objetivo de disfrutar del presente, que termina por serlo todo. Le pone la cara a los añejos grupos políticos locales, con el respaldo popular y la ley en la mano, y sigue trabajando porque trabajo mata grilla.
El efecto Chino se basa en la propuesta para consolidar de manera colectiva la reconstrucción del tejido social y es que, apunta el alcalde, “todos los problemas que hoy padecemos, llámense: delincuencia, violencia intrafamiliar, abuso sexual a menores, drogadicción hasta en menores de nueve años, entre otros, radican esencialmente en la desintegración familiar y social”.
El Chino visita escuelas los lunes para promover la lectura en estudiantes desde temprana edad, ya atendió a más de 5 mil estudiantes de educación básica y sus familias, están por crearse los Senderos Seguros para garantizar la seguridad de las mujeres, con una estrategia integral en la que participará la iniciativa privada, sociedad organizada e instituciones públicas.
Respondiendo a pregunta expresa de este servidor en una de las conferencias de prensa mañaneras, el presidente Hernández Pascual, expuso que ha recogido estrategias exitosas en otras ciudades de México y el mundo, que pondrá en marcha en Ixmiquilpan, como la presencia de murales que generan identidad local, también como parte del proyecto de los senderos seguros. (Refiere el antecedente de transformación de la mundialmente conocida Comuna 13 en Medellín, Colombia.)

En el efecto Chino el deporte juega un papel determinante y ya se anunció la puesta en marcha de las olimpiadas infantiles y juveniles, se invertirán más de 26 millones de pesos para rehabilitar la Unidad Deportiva en su primera etapa; en otros rubros se comprometieron al menos 75 obras y se pasó a nivel municipal de 67 a 106 comunidades integradas al catálogo de pueblos indígenas.
Una de las acciones que más reflectores le ha atraído al presidente ixmiquilpense es la donación de 35 mil pesos mensuales de su salario para apoyar proyectos asociados a la educación de las infancias. Ya suman más de 140 mil pesos donados pero no es el dinero ni los reflectores lo más importante, centrémonos en la visión general que aquí se destaca y que tiene un valor superior a cualquier cantidad monetaria.
A ras de piso se ha hecho la tarea: liberaron calles y banquetas de comercio informal señalando que se combatió a “seudolíderes y políticos corruptos que por décadas se aprovecharon de la necesidad y de los vacíos de poder”, de la mano de la ciudadanía se rehabilitó el parque Benito Juárez, se redujo en más de 60 por ciento el número de accidentes en moto luego de implementar el programa Casco Seguro.
Y bueno, ni tan romántico, porque en el efecto Chino se aclara que no le temblará la mano con quienes pretendan volver atrás a los “tiempos de la corrupción y los privilegios, así tomen carreteras, calles o la presidencia, las organizaciones y políticos corruptos, no verán un solo centavo partido por la mitad”, dijo el alcalde.
Puede caer bien para sus amigos y benefactores de toda la vida o no tanto para sus detractores pero los resultados están a la vista, se sigue trabajando con el eficaz método del hombre de negocios que planea, cuantifica y mide progresos para determinar los avances de los objetivos, pero además con el oficio político que le permite liderar un equipo con juventud y experiencia al que se le nota firme, leal, y de buen humor, en tanto que para nadie es novedad que cuenta con el respaldo de personajes de primer nivel en el poder ejecutivo estatal y federal.
Al Chino Hernández le han quedado tareas pendientes en su encomienda, como la puesta en marcha de las transmisiones en vivo vía web de las sesiones de cabildo o la parte de afinar la estrategia en la llamada reingeniería vial, pero el alcalde no se esconde, y va dando cuenta de los avances en cada peldaño; reconoce públicamente cuando las cosas van lentas o no van.
La visión que hoy rige el destino de Ixmiquilpan brilla en el panorama municipal y estatal; ha valido la pena exponerla en esta entrega. Vendrán otros tiempos, otros balances y otros resultados, que también habremos de citar a propósito del singular efecto chino.
