Este domingo 20 de noviembre una turista decidió romper las reglas puestas por el gobierno de México desde hace años que prohíbe que las personas puedan subir la pirámide de Kukulcán para evitar daños al monumento.
La mujer que vestía azul con rojo decidió subirse a pesar de que le dijeron que no se podía, pero su peor error fue que escupió desde donde estaba.
Elementos de seguridad subieron por ella para bajarla y detenerla a jalones ya que se resistía.
Lo que no se esperaba la turista era que una vez bajando todos los demás comenzarían a agredirla, especialmente los mexicanos que se indignaron por no respetar una de las maravillas del mundo, le jalaron el cabello, le aventaron piedras y le arrojaron agua.
