TULA: PASARELA DE «CORCHOLATAS»

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A nadie conviene más que se adelante el proceso de selección de candidatas y candidatos hacia las elecciones de junio de 2024 que a quienes están por dejar los cargos.

La instalación del COPLADER la mañana del miércoles 21 de junio en el auditorio municipal de Tula ha sido el escarceo para una sucesión adelantada.

Una vitrina, una pasarela. Un evento institucional bien organizado que cumplió con el propósito central que era escuchar las voces de todos los actores sociales, políticos y económicos.

Quienes no asistieron, sin duda fue porque no quisieron.

Y, claro, los políticos aprovecharon esa mesa puesta.

El secretario responsable de la operación para la integración formal de los comités de planeación -los regionales y el estatal-, Miguel Ángel Tello Vargas, confirmado como una de las principales figuras con doble carta segura.

Centrado en su oficio, avanzó en su posicionamiento, pues es referido como uno de los nombres que podrían aparecer en la contienda por un lugar en el Congreso de la Unión, sea un escaño en el Senado de la República o por una curul en la Cámara de Diputados.

Diez municipios representados por sus alcaldes de todos los colores partidistas, quienes dieron muestra de que han aprendido muy poco en materia de argumentación al hablar en público.

Manuel Hernández Badillo, el acalde anfitrión, mostró el largo colmillo que le han dado los años y la calidad de las batallas que ha librado. Blindó la sesión como sabe hacerlo; muy evidente la luz de su esperanza de llegar pronto y bien a la otra orilla. Él mismo se ha puesto en la puja por una candidatura al Senado.

Salvador Jiménez Calzadilla, de Tepeji del Río, navegando en las tranquilas aguas de sus indiscutibles resultados, dejándose querer. Ya fue diputado local suplente y teje.

El resto, ansiosos por mandar el mensaje de su incondicionalidad al gobernador Julio Menchaca, discursitos cargados de política matizados por menciones de necesidades y de obras; están por irse, se irán, pero desde ahora están quedando a deber.

Y, claro, el escenario ha sido magnífico para las “corcholatas”. Morena, que contenderá por la mayoría del congreso federal, del congreso del estado y por 84 alcaldías -con sus asambleas-, va contra una variedad de muertos apiñados en una posible alianza partidista sin futuro ya desde esta parte de la historia.

Con suficientes credenciales para alcanzar, es casi es seguro, un lugar en la boleta electoral de la primavera tardía de 2024 sea para la diputación federal, para las diputaciones locales o para las alcaldías, se lucieron juntos pero no revueltos.

Cristhian Martínez Reséndiz, quien trabaja para salir bien en la encuesta cuando sea menester, tiene el río revuelto por algunas expresiones “fundamentalistas” entre los morenos.

Tania Valdez Cuéllar en la cumbre de su crecimiento político, o repite como diputada local o se cuela a la fórmula por la diputación federal o consolida su proyecto de llegar a la presidencia municipal de Tepeji del Río. Cosas del género, de los tiempos, de las circunstancias.

El ala verde del morenismo, ausente. Octavio Magaña Soto, con la opción de reelegirse como diputado local o ir por la alcaldía, y Cuauhtémoc Ochoa Fernández, diputado federal con ansias de ser Senador hoy técnicamente exiliado en Nuevo León para hacer allá los entusiastas trabajos que no pudo hacer aquí en favor de Adán Augusto López.

Ambos cedieron la oportunidad a sus suplentes. Eduardo Olguín Cruz -que ha mejorado su posición en la carrera por la presidencia de Tlahuelilpan- y Verónica Monroy Elizalde, que comienza a resentir los estragos del desgaste ahora sin la luz y sin la sombra, y que se está jugando una carta por la candidatura morenista de género en su natal Atotonilco de Tula. 

Rodrigo Castillo Martínez, un legislador francamente cómodo. Muy difícil y complicado pensar en la reelección, el panismo de Tezontepec de Aldama le ha mandado un mensaje muy claro de no adhesión.

Noe Paredes Meza, el próspero empresario del transporte de carga que se ha echado al hombro las denuncias contra funcionarios municipales por actos de corrupción y que hoy tiene carpetas contra actores de las últimas tres administraciones: está en los tres procesos internos, por la diputación federal, por la diputación local, por la presidencia municipal. Sin variar su tono ni su estilo, mandó al morenismo la señal de que es cercano a Julio y cercano a Miguel (el de hoy y el de antes).

La de Abraham Mendoza Zenteno fue una ausencia más que notoria, cualquiera que haya sido la causa. Parece ser uno de los perfiles “amarrados” para estar en una de las boletas, sea para el Senado, para la Cámara de Diputados o para la presidencia municipal de Tula. Deja a sus paisanos con deseos de verlo en su pueblo, aunque se ha mostrado con la gente de los otros municipios del distrito.

Eduardo Durán Laguna, a quien las presiones internas le forzaron a bajar la intensidad de su activismo extra gubernamental, cumplió con llenar el espacio abierto para el gobierno federal y para sus tesis: rindió un informe técnico, sobrio, de resultados. ¿Dejó ir un chance formidable?

Mario Guzmán Badillo, a quien le han ido creciendo los atributos que la gente quiere ponerle y que no alcanza a mostrar sus auténticas fortalezas,  José Luis Rodríguez Higareda, hoy funcionario en Educación, y un cada vez más popular Danubio Trejo Villadonga salieron a placearse.

Un evento gubernamental, fundamentado en la ley, armado con detalle, que trajo en lo paralelo un ensayo de tradicionales “topetones”. Ya vendrán los tiros de a deveras.

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