Por Guadalupe Mendoza Dammann
La familia se cansó de ellos, los ha relegado. Son muchos los casos de hombres y mujeres adultos mayores que padecen la misma realidad: nadie los quiere. Son objeto de desprecios, desaires, abandonos, agresiones psicológicas o físicas.
La violencia hacia los adultos mayores suele ser ejercida por los familiares de la víctima y de acuerdo con una definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), consiste en una violación de los derechos humanos a través del maltrato físico, sexual, psicológico o emocional. También existe la violencia por razones económicas, el abandono, la negligencia, humillaciones, faltas de respeto y discriminación.
Algunas de las causas del maltrato hacia adultos mayores se encuentran en el hecho de que estos suelen ser dependientes o necesitar cuidados de una tercera persona que, si no es sensible ni tiene conciencia de lo que es el maltrato o le falta empatía, puede aprovecharse de su ventaja ya sea física, emocional o económica y entonces ejercer el maltrato.
La violencia, en cualquiera de sus formas, repercute en la integridad emocional y física de las personas mayores.
Algunos de los “síntomas” de que una persona mayor está siendo maltratada son: confusión, insomnio, agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, cicatrices o quemaduras, higiene deficiente, desarrollo de úlceras, aislamiento o depresión, entre otros.
El primer paso es comprender que los adultos mayores son personas con integridad propia que merecen ser respetadas sin importar su edad.
Por otra parte, las personas mayores dependientes para realizar ciertas actividades cotidianas como comer, bañarse o vestirse están más expuestas a ser víctimas de abuso.
Así mismo aquellos adultos mayores que padezcan agotamiento, disminución de fuerza muscular, pérdida de peso, fragilidad y marcha lenta son más vulnerables al maltrato de cualquier tipo.
Es importante que quien esté encargado de brindarle atención y cuidados al adulto mayor tenga los conocimientos necesarios para brindarle una atención y trato dignos.
Las campañas de sensibilización para el público y los profesionales sobre la violencia ejercida hacia este sector de la población también juegan un papel importante al momento de prevenir, reconocer y denunciar el maltrato de personas mayores.
Además, la población en general puede estar atenta a los indicios de maltrato e informarse sobre las vías para obtener ayuda para denunciar estas acciones.
De acuerdo con un Diagnóstico sobre la situación de vulnerabilidad de la población de 70 años y más en México elaborado por la Secretaria de Bienestar los principales problemas a los que se enfrentan los adultos mayores en nuestro país son en materia de salud, al no contar con seguro de gastos médicos, pobreza, desempleo, baja cobertura en pensiones y en protección social, entre muchas otras como la violencia física y emocional ejercida por familiares de la víctima.
En un censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizado en 2019 informa que en México existe un estimado de 15.4 millones de adultos mayores representando un 12.3% de la población total.
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada diez personas mayores ha sido víctima de malos tratos. Sin embargo, se estima que solo uno de cada 24 casos de maltrato a personas mayores se denuncia.
