- Participaron en el curso virtual más de mil personas, entre médicos y paramédicos
Con el objetivo de fortalecer los criterios para estandarizar y orientar acciones del personal de salud para la atención adecuada y oportuna de personas que acuden a unidades médicas para solicitar profilaxis antirrábica por haber estado en supuesto contacto con el virus rábico, ya sea por exposición ocupacional o por la interacción con algún animal potencialmente transmisor de rabia, la secretaria de Salud, Zorayda Robles Barrera, inauguró el “Curso virtual sobre atención médica y antirrábica de las personas agredidas por animales sospechosos de rabia”.
En dicho encuentro, participaron más de mil profesionales médicos y paramédicos del Sector Salud Estatal encargados de la atención médica y antirrábica en unidades del primer y segundo nivel de atención, quienes recibieron un reconocimiento por parte del director general del Centro Nacional del Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) por ser pioneros en el país y en la promoción y seguimiento de este tema.
Entre las pláticas desarrolladas destacaron: “La historia natural de la rabia”; “Etología de agresiones caninas ¿Por qué muerden los perros?”; “Panorama epidemiológico y vigilancia epidemiológica de la rabia en México”; “Aplicación del algoritmo para la atención médica y antirrábica de las personas expuestas al virus de la rabia y su vinculación con casos clínicos”; “Diagnóstico de la rabia por pruebas de laboratorio”; “Referencia y contra referencia de pacientes en los diferentes niveles de atención e instituciones”.
De acuerdo con los ponentes, la rabia es una enfermedad mortal que no sólo es transmitida a las personas por perros y gatos, sino que también es transmitidas por otros animales domésticos como: vacas, caballos, borregos, cabras, cerdos; y animales silvestres como murciélagos, zorrillos, zorros, coyotes y mapaches.
En México, se ha logrado controlar la transmisión de esta enfermedad, gracias a la vacunación de perros y gatos en campañas masivas, mismas que se llevan a cabo desde 1990 gracias a lo cual, el 22 de octubre del año 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó a México el reconocimiento como país que ha logrado la eliminación de la rabia humana transmitida por la mordedura del perro como problema de salud pública.
En el país, se aplican anualmente más de 17 millones de dosis de vacuna antirrábica en perros y gatos y en nuestra entidad un promedio de 800 mil dosis.
En Hidalgo, el último caso de rabia humana se presentó en el año 1997, en el municipio de Tezontepec de Aldama en un masculino de tres años de edad, mordido por un perro, y el último caso de rabia canina se suscitó en el municipio de Tizayuca en el año 2009.
La secretaria estatal, recordó que pese a lo anterior, es importante tomar en cuentaque, aún está presente la circulación del virus en fauna silvestre, afectando principalmente al ganado doméstico, por lo que existe el riesgo latente de transmisión al humano.
Como ocurrió recientemente en los estados de Oaxaca y Nayarit, por ello es importante considerar que todos los casos que se han presentado en localidades en zonas rurales, aledañas a bosques, selvas o a zonas desérticas y semidesérticas tienen condiciones para que los animales silvestres encuentren refugio y alimento, además que son espacios donde las personas cohabitan y comparten ecosistema con poblaciones de quirópteros y otros animales silvestres, por lo que se tiene evidencia de mordeduras por estas estas especies.
Las medidas preventivas y de protección son:
- Evitar contacto con animales como murciélagos, zorrillos, zorros, coyotes y mapaches
- Cuando alguien sea mordido debe lavarse con agua y jabón la herida y acudir de inmediato a la unidad de salud para recibir atención
- La población debe evitar tocar, capturar, alimentar, consumir y tener como mascotas a animales silvestres
- La población debe evitar consumir carne de animales enfermos en los que se sospecha rabia (vacas, caballos, borregos, cabras, cerdos)
- Las personas que viven cercanas a zonas en donde habitan animales silvestres, debe proteger su casa para evitar que estos ingresen.
Dicha información es difundida también en lugares como: grutas, parques y reservas nacionales que la gente visita y en donde la gente realiza actividades de ecoturismo y en donde es posible exista fauna silvestre transmisora de rabia.