Este 8 de marzo, la voz de las mujeres resuena con más fuerza que nunca, y en Tepetitlán, Hidalgo, esa voz lleva el nombre de Ana Elsa Castillo Cea, la primera presidenta municipal en la historia del municipio. Su discurso no solo conmemora una fecha, sino que encarna una postura clara sobre el papel de la mujer en la sociedad: un papel que no se mendiga, sino que se toma con dignidad y determinación.

«Alzo la voz como presidenta, pero sobre todo como mujer que entiende la lucha y reconoce el esfuerzo, que sabe que nada de lo que hemos logrado ha sido regalado», expresó Castillo Cea, dejando en claro que la conquista de derechos no ha sido un obsequio, sino el resultado de años de resistencia y exigencia. Este reconocimiento es crucial en tiempos donde aún persisten barreras estructurales que limitan la plena participación de las mujeres en la política, la economía y la sociedad.

Uno de los ejes más poderosos de su mensaje radica en la autonomía femenina: «El lugar de la mujer es donde ella decide estar». En una cultura donde todavía se impone a las mujeres qué deben hacer, qué pueden aspirar a ser y hasta dónde pueden llegar, esta afirmación cobra un valor transformador. No hay espacios prohibidos, no hay techos de cristal inquebrantables si hay decisión y voluntad colectiva de cambio.

La presidenta de Tepetitlán no solo señala las desigualdades, sino que hace un llamado a la acción: «Este día hago un llamado a la acción, a seguir trabajando, transformando, exigiendo lo que nos corresponde por derecho». No basta con conmemorar, es necesario actuar, consolidar avances y evitar retrocesos. En el ámbito municipal, esto implica garantizar la seguridad, no como un privilegio, sino como un derecho fundamental: «Estamos aquí para decidir, para construir un municipio de hechos donde la seguridad no sea privilegio sino un derecho».

Ana Elsa Castillo Cea entiende que su papel va más allá de la administración de un municipio; es una puerta que se abre para nuevas generaciones de mujeres. «Como la primera mujer presidenta de Tepetitlán, mi labor no solo es gobernar sino abrir las puertas a nuevas generaciones para que logren sus sueños». Es un compromiso con el presente, pero también con el futuro de todas aquellas niñas y jóvenes que hoy ven en ella un referente de posibilidad y liderazgo.

El mensaje de la unidad también se hace presente en su discurso: «No estamos solas y juntas somos invencibles; cuando una cae la otra la levanta, cuando una avanza todas avanzamos porque como dice la presidenta Claudia Sheinbaum: si llega una, llegamos todas«. La lucha de las mujeres no es individual, es colectiva, y solo a través de la sororidad se pueden generar cambios significativos en la sociedad.

Finalmente, Castillo Cea reafirma su compromiso con el proyecto de la Cuarta Transformación: «Sigamos luchando con amor, esperanza y certeza de que la transformación ya está aquí porque la Cuarta Transformación sí llegó a Tepetitlán». En su visión, el cambio no es una promesa, sino una realidad en construcción.

Este Día Internacional de la Mujer no se trata solo de recordar la historia, sino de escribir la nuestra. Como bien lo expresa la presidenta municipal, no estamos solas, no pedimos concesiones, exigimos derechos. Y en Tepetitlán, Hidalgo, esa exigencia se escucha fuerte y claro.