- Este año, con el lema “Cambiar la narrativa” se busca inspirar a individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos a conversar abiertamente sobre este tema
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio se conmemora anualmente con el objetivo de derribar estigmas, mitos y tabúes, para crear conciencia, así como una cultura de comprensión, apoyo y prevención.
Especialistas de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) señalan al suicidio como un problema de salud mental. En 2023, la mortalidad estatal por suicidio fue de 1.1 defunciones por cada 1000 mil habitantes. El 83.3 por ciento (%) de los casos corresponde a hombres y el 16.7 % fueron mujeres. Mientras que la mayor tasa de mortalidad por suicidio se presentó en el grupo de edad de 15 a 19 años.
A nivel mundial, más del 60 % de los casos que se presentan están asociados a problemas de depresión. Cada año, más de 703 mil personas se quitan la vida tras varios intentos de suicidio, lo que representa, una muerte cada 40 segundos.
El comportamiento suicida es determinado por diversas causas, entre las que se encuentran los trastornos mentales, principalmente la depresión, problemas de autoestima y trastornos por abuso del alcohol o drogas, violencia, enfermedades crónicas o terminales.
También influyen los problemas económicos y emocionales, o eventos repentinos, como el fallecimiento de algún ser querido, el divorcio o separación de la pareja.
La detección y tratamiento oportunos de los trastornos mentales son fundamentales para la prevención del suicidio y, como parte de esta conmemoración, la SSH, a cargo de Vanesa Escalante Arroyo, intensifica la difusión de los signos de alarma para evitar las conductas suicidas.
Entre los principales síntomas, especialistas señalan:
- Sentimientos de desesperanza, con visiones negativas del futuro.
- Conversaciones sobre la muerte de manera reiterada, aun cuando no se esté hablando del tema.
- Amenazas sobre querer hacerse daño o atentar contra su vida.
- Sentimientos abrumadores e intensos de culpa, vergüenza y odio hacia sí mismo.
- Sentimientos de soledad, desamparo e insignificancia.
- Ira o furia desmedidas.
- Aumento o abuso en el consumo de alcohol u otro tipo de sustancias psicoactivas.
- Falta de energía.
- Incapacidad para experimentar placer con actividades cotidianas.
- Alteración en los patrones de sueño y/o alimentación.
- Descuido en la apariencia personal.
- Dificultades para concentrarse, pérdida de la memoria y desatención.
- Disminución en el rendimiento académico y/o laboral.
Este tipo de conductas pueden prevenirse y tratarse mediante intervenciones eficaces, para ello, el apoyo psicosocial del entorno familiar y afectivo dentro de la comunidad es clave.
Para tener una salud mental óptima, es importante realizar acciones como:
- Mantener una comunicación abierta con padres, seres queridos, amigos y/o colegas.
- Escuchar activamente y expresar los sentimientos, a fin de crear un ambiente de apoyo y comprensión.
- Conocer las señales de alerta del suicidio permite ser consciente de los cambios en el comportamiento y la mentalidad de quienes nos rodean.
- Hablar abiertamente de estos temas contribuye a eliminar el estigma en torno a la salud mental y el suicidio.
- Practicar el autocuidado y manejar el estrés, a través de una rutina de sueño adecuada, ejercicio y relaciones sociales positivas, disminuye el riesgo de padecer trastornos mentales.
En caso de requerir orientación, consejería o tratamiento, es importante asistir regularmente con un profesional de la salud mental.
Como parte de los servicios que ofrece la SSH, se brinda atención integral especializada a pacientes y familiares a través de los módulos y núcleos de salud mental ubicados en los 84 municipios de la entidad, los Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones (CECOSAMA), ubicados en los municipios de Tepeapulco, Ixmiquilpan, Pachuca, Huejutla, San Felipe Orizatlán y Tula de Allende o de Villa Ocaranza.