Desde hace varios meses, los pobladores de la zona ribereña de la Presa Endhó enfrentan dos graves problemas que no han podido resolverse: la proliferación del lirio acuático y del mosquito culex, que afectan la salud y las actividades cotidianas de las comunidades aledañas.
Habitantes de los municipios de Tula de Allende y Tepetitlán exigieron la intervención inmediata de las autoridades federales, luego de que los trabajos de limpieza y control del lirio permanecen detenidos debido a la falta de combustible para operar la maquinaria especializada.
De acuerdo con los vecinos, será el próximo miércoles cuando se reanuden las mesas de diálogo con funcionarios federales, en las que se espera que se presente un plan de acciones concretas para atender el problema ambiental que, aseguran, se ha agravado en los últimos meses.
Sin embargo, la reunión que debía celebrarse esta semana —y en la cual la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) daría a conocer un programa de intervención— no se llevó a cabo por razones aún no esclarecidas.
Ante esta situación, algunos diputados y funcionarios locales decidieron aportar parte de sus sueldos para la compra de combustible, con el objetivo de reactivar los trabajos y evitar que la acumulación del lirio y la presencia del mosco continúen afectando a las comunidades ribereñas.
Los pobladores señalaron que la Presa Endhó requiere atención urgente y coordinación entre los tres niveles de gobierno para evitar que la problemática derive en un riesgo sanitario y ambiental de mayores dimensiones.