Durante la temporada decembrina, los fraudes digitales y las extorsiones telefónicas
registran un incremento significativo, aprovechando el movimiento de dinero por
aguinaldos, compras en línea y la distracción propia de las fiestas. Se trata de delitos
silenciosos que afectan a personas de todas las edades y que, en muchos casos, no se
denuncian.
Entre las modalidades más comunes se encuentran las llamadas donde se simula un
secuestro exprés, amenazas directas o supuestos premios y promociones que exigen
depósitos inmediatos. También son frecuentes los mensajes que se hacen pasar por
bancos, paqueterías o tiendas en línea, solicitando datos personales, códigos de
verificación o enlaces para “confirmar” compras inexistentes.
En el ámbito digital, aumentan los fraudes en redes sociales y aplicaciones de
mensajería, donde los delincuentes suplantan cuentas de familiares o conocidos para
pedir dinero urgente, así como páginas falsas que ofrecen productos a precios muy bajos
y nunca realizan la entrega.
Especialistas recomiendan desconfiar de llamadas alarmistas, no proporcionar
información personal o bancaria por teléfono o mensajes, evitar abrir enlaces
sospechosos y verificar directamente con familiares o instituciones cualquier solicitud
de dinero. También se aconseja no realizar depósitos sin confirmar la identidad del
solicitante y reportar números sospechosos.
Las autoridades exhortan a la población a mantener la calma, informarse y
denunciar, recordando que la prevención y la comunicación son clave para no caer en
este tipo de delitos que, aunque silenciosos, generan fuertes afectaciones económicas y
emocionales, especialmente en fin de año.
