Diciembre es uno de los meses con mayor movimiento económico en Tula de
Allende, impulsado principalmente por el pago de aguinaldos y prestaciones de fin de
año. Para muchas familias, este ingreso representa un respiro financiero que permite
cubrir compromisos y participar activamente en el consumo local.
Comerciantes señalan que una parte importante del aguinaldo se destina al pago de
deudas, servicios básicos, colegiaturas y gastos pendientes. Otro porcentaje
significativo se invierte en alimentos, cenas navideñas, posadas y reuniones familiares,
beneficiando a mercados, carnicerías, panaderías y tiendas de abarrotes.
También se registra un incremento en la compra de ropa y calzado, la renovación del
guardarropa y el consumo en centros comerciales, donde muchas familias
aprovechan promociones de temporada. Restaurantes, salones de eventos y servicios
diversos reportan mayor demanda durante estas fechas.
De manera abierta, personas del sector industrial reconocieron que parte de su
aguinaldo se destina al consumo de bebidas alcohólicas, fiestas y visitas a centros
nocturnos, lo que genera un repunte en la actividad de bares y establecimientos de
entretenimiento.
Otro gasto frecuente es el relacionado con viajes y traslados, ya sea para vacacionar o
visitar a familiares que viven en otros estados o municipios, lo que beneficia al
transporte y servicios turísticos.
Especialistas coinciden en que el reto para la economía local es lograr que este flujo de
recursos permanezca en el municipio, fortaleciendo a los pequeños y medianos
negocios.















