Tula tiene atractivos únicos para esta temporada decembrina, entre los que destacan la catedral de San José de estilo gótico plateresco, y que antiguamente fue un convento de la orden Franciscana.
En su interior, visitantes y turistas podrán contemplar en la parte central el cristo resucitado y a los costados, la representación de la evangelización y la cultura Otomí.
En el jardín municipal, es posible pasear y degustar algún helado, elote o esquites, al tiempo que se disfruta murales ubicados en el anfiteatro llamado “Tula Eterna”, así como el que está en el techo de la pérgola, o tomarte una foto en el árbol y arco navideños, así como contemplar la emblemática catedral de San José.
En el primer cuadro de la ciudad se puede visitar el famoso mercado Felipe Carbajal Arcia, en donde se degustan los tradicionales tacos de cabeza y diversos platillos típicos de la región como conejo, guajolote en mole, sopes y quesadillas, carnitas, barbacoa, entre otros.
En este municipio, se puede visitar el corredor de restaurantes de alta gama ubicados en carretera Tula – Refinería, donde hay platillos tradicionales como escamoles, chapulines, chinicuiles, conejo en salsa de ajo, pencas, sopa de médula o de flor de calabaza, entre otros.
Además de poder ser parte de una visita a la sala histórica Quetzalcóatl, donde se pueden encontrar exposiciones de vestigios que datan de distintas épocas, así como pinturas, artesanías, etc.
Siguiendo el recorrido, también se puede subir al cerro de la Malinche en donde se hallará explicación de los petrograbados.
De igual forma, un imperdible es visitar las cascadas de “El Fresno” para un día de relajación y picnic; a una distancia aproximada de 25 minutos del centro de la ciudad.
Para culminar, un recorrido en el Tulabus, disponible los fines de semana, lleva a las puertas de la Zona Arqueológica, que abre diariamente de 09:00 a 16:30 horas con días de acceso gratuito los domingos.