Mientras el mundo vivía la dramática final del mundial de fútbol entre Argentina y Francia, y las noticias se concentraban en Mbappé y Messi; como héroes de ese duelo, En Irán, el futbolista Amir Nasr-Azadani, era sentenciado a la pena de muerte, siendo un GRAN HÉROE, no de una final de copa del mundo, sino héroe por defender la vida.
El pasado mes de septiembre después de la muerte de Mahsa Amini, una joven que fue detenida y golpeada por la policía de la moral, luego de ser acusada de supuestamente portar de forma incorrecta el hiyab, el futbolista de 26 años, no lo pensó dos veces y defendió públicamente los derechos de las mujeres, por lo que fue detenido y condenado a la pena de muerte.
De acuerdo a las leyes de Irán, el delito que enfrenta Amir Nasr-Azadani se llama “Moharebeh”, es decir, “enemistad con Dios”, y el castigo por este crimen es la ejecución en la horca.
Aunque la final, considerada la mejor de todos los mundiales, fue de infarto, no puede opacar el valor de una vida humana.