Bicentenario de Tula: fúnebre cumpleaños
Tula de Allende cumplió 200 años como municipio en un clima de solemnidad fúnebre. Las cosas no han ido bien en la capital tolteca debido a la suma de factores que en esta entrega explicaremos, desde la perspectiva de quienes aquí vivimos, con el rigor que se requiere.
El objetivo es documentar la manera en la que la ciudad de los atlantes llega a su bicentenario, para invitar a hacer consciencia del momento coyuntural que nos ha tocado compartir. Seguramente el texto también servirá como un antecedente para que nuevas generaciones conozcan el entorno que se vive en esta fecha conmemorativa que de fiesta tiene poco.

Los festejos del bicentenario de Tula, a los que convocó el Gobierno Municipal, son reflejo fiel del municipio que hoy tenemos y para nada cumple con la celebración que merece una ciudad histórica como esta, en la que nacimos. Desapareció la placa conmemorativa, desaparecieron las autoridades para entregar premios a corredores, líderes brillaron por su ausencia; fue solo una fiesta más “con la presentación estelar del grupo musical Carro Show”.
Las autoridades locales en funciones han mantenido una postura de culpar a sus antecesores ante cuestionamientos ciudadanos de decisiones que se deben tomar en la responsabilidad presente, hoy, ahora, ya, no antes; han eximido sus responsabilidades actuales con este argumento en más de una ocasión y así terminan sus últimos días.
El desangelado festejo de los 200 años de Tula como municipio nada tiene que ver con el pasado, solo ha sido una fiesta gris del equipo que encabeza el presidente Mario Guzmán Badillo, quien entregará a la administración entrante lo que podría ser la peor versión de Tula en nuestra historia. Es una versión que se entrega ahora y a la que la historia deberá de juzgar.
Tula entre balazos
Tula dejó de ser un pueblo tranquilo desde hace muchos años y los grupos locales de la delincuencia comenzaron a ganar terreno, sobre todo en robo a casa habitación, robo de vehículos, y narco menudeo. Luego, las bandas organizadas dedicadas al robo de hidrocarburo de ductos de Petróleos Mexicanos, -y los ilícitos que de estas acciones emanan- se fueron incrementando a tal grado de que por mementos fue y sigue siendo insostenible para autoridades y sociedad en general.

Tula llega a su bicentenario en un clima de violencia nunca antes visto, en el que las bandas locales cometen los crímenes de siempre, pero que se suman al robo de hidrocarburo y la presencia de cárteles en la zona es inminente, según se ha informado en recientes reportes que con evidencias expone de manera pública la autoridad. Las balaceras, enfrentamientos, que se desarrollan en espacios públicos y privados, a la vista de todos, son hechos cada vez más constantes. ¿Son cohetes o son balazos? Ambos.
Tiempos muy difíciles para el comercio
Luego de fenómenos como la pandemia, la gran inundación de Tula, y los conflictos internos que se sufren en la Cooperativa La Cruz Azul, el comercio local se ha visto seriamente afectado en todo el municipio, pero en el centro de la ciudad los impactos han sido contundentes, lo que ha llevado a comerciantes a cerrar sus negocios o a padecer bajas ventas hasta en un 90% para algunos emprendedores.

Aunque grandes marcas de tiendas de autoservicio y supermecados han coqueteado con Tula, no han terminado por concretar la instalación de nuevos puntos de venta. El caso más sonado ha sido, sin duda, el del Walmart que se instalaría en un predio del Boulevard Tula-Iturbe, para el que se organizó una ceremonia de colocación de la primera piedra pero que fue la única y finalmente se canceló debido a hallazgos prehispánicos en los terrenos dispuestos para la obra.

Son los medios digitales, y las agrupaciones que desde estas plataformas se conforman, los nuevos grandes aliados para quienes por vía del comercio perciben sus ingresos; el crecimiento de autoempleos que por estos métodos se van creando día a día crecen de manera exponencial y se convierten en un motor imprescindible de la economía local.
Pese a que los escenarios no han sido los más alentadores en este rubro, algunas marcas importantes como Suburbia, Auto Zone, y Smart Fit han elegido a Tula como su nueva ciudad de destino, sin olvidar el pequeño Liverpool Express que, siendo muy optimistas, va dando esperanza de que las malas rachas no son eternas en esta siempre prometedora ciudad.

La crisis por el agua
La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Tula (Capyat) es un desastre. Con una millonaria deuda, equipos con descomposturas habituales, y una administración rota, terminan por afectar a la población de manera muy seria, pues la gente pasa largas semanas sin el servicio de agua en prácticamente todas las regiones del municipio, intermitentemente, y las manifestaciones ciudadanas para resolver esta situación son constantes.
No solo algunos sistemas en la infraestructura hidráulica son obsoletos, sino la manera de operar administrativamente a la comisión y en algunos casos los perfiles de quienes integran a la plantilla laboral. En el mundo nos estamos quedando sin agua, pero cuando no hay agua y tampoco sentido común, la gente padece, la gente se enoja, la gente muere.
De lo perdido, lo encontrado: luego de la inundación de Tula en Septiembre de 2021, autoridades de los tres niveles han coordinado esfuerzos para renovar el drenaje de la zona centro, lo que ha ocasionado daños al comercio y la vialidad pero que por fin resolvió de fondo una gran demanda de las y los tulenses, el reemplazo de las tuberías con hasta 50 años de haberse instalado.

El Río Tula y las obras
No olvidemos la que podría ser una de las cinco obras públicas de mayor inversión para Tula, en su historia: la ampliación y revestimiento del Río Tula, que se desarrolla por la Comisión Nacional del Agua luego de la citada inundación y que ofrece la diminución de riesgo de una nueva inundación según explican las autoridades, pero que también modificó el paisaje de la zona centro al ser talados cientos de árboles.
La discusión en este sentido está más viva que nunca entre quienes defienden que esta obra ayuda significativamente a que la ciudad no se vuelva a inundar y quienes consideran que la obra ha sido costosa, afectando al hábitat y con cuestionamientos técnicos, según apuntan vecinos y algunas organizaciones.

Tula después de la inundación
Tula no volvió a ser la misma después de la inundación: el aspecto general de sus calles y la mayoría de espacios públicos es a simple vista desolador. Los pavimentos dañados, las pinturas desgastadas, las fracturas en paredes, son aspectos que en suma generan una percepción de abandono.
Y en este sentido la sociedad terminó afectada en lo emocional, aspecto que ha sido pocas veces mencionado y mucho menos atendido. La estirpe colaborativa, solidaria, y afectiva se mantiene intacta pero es muy perceptible la gran herida que se siente en el corazón, que no sana, y mantiene a un pueblo aletargado.

Falta una chispa, una pincelada de voluntad, para conseguir la unidad que Tula requiere porque más allá de sellos partidistas o intereses particulares, siempre hay una coincidencia que nos impulsa a hacer lo que nos corresponde para aportar al bienestar colectivo, desde el lugar que hemos elegido y en donde probablemente funcionemos mejor.
Salud y Protección Civil
Los servicios públicos de salud en Tula siguen siendo parte importante de la deuda pendiente que se tiene con el municipio. El que la ciudad se haya quedado sin su clínica del IMSS es uno de los grandes pendientes que probablemente muy pronto se resuelva con un plumazo político y una robusta estrategia operativa. Por lo pronto, en la Calzada Melchor Ocampo, el viejo hospital del seguro sigue con las puertas cerradas y de repente alguna unidad pesada trabajando, que da esperanza.

Por otra parte, la apertura y modernización de clínicas privadas va complementando la oferta que esta creciente ciudad tiene todos los días.
Que nadie olvide que de manera especial se requiere una transformación de fondo a la Dirección de Protección Civil, que es gigante en voluntad como equipo humano, pero históricamente faltos de herramientas, unidades, y equipo para un reto de carácter mundial como es el Río Tula, la zona industrial de Tula, y los peligros que representa. ¡Es urgente el apoyo a Protección Civil!

Política
Probablemente uno de los rubros más complejos para Tula, que cumple 200 años, sea el político. Vivimos en una sociedad donde hay opinión dividida en posturas, creencias y acciones. En esto radica que históricamente a Tula le haya costado la unidad social, pero en cierto sentido, también es esta diferencia de puntos de vista la que robustece y da valor a las sociedades.
Después de las elecciones de junio, el municipio quedó sacudido y la labor política rumbo a una anhelada recomposición general de Tula deberá ser un proceso sin márgenes de error, con inteligencia, tacto y humildad.
¿Cómo, entonces, salir finalmente de esta mala racha?
¿Cómo, entonces, salir finalmente de esta mala racha? Hay dos aspectos fundamentales que nos ayudarían: el primero es la voluntad de aportar acción desde el espacio que nos corresponde y el segundo es el extraordinario funcionamiento de los liderazgos. Dejo dos preguntas botando:
¿hay voluntad?
¿hay liderazgos con capacidad y voluntad de asumir y resolver en armonía, con humildad?
