Los mecanismos de exclusión siguen vigentes

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Por: Miriam Pacheco

María Laura Espido Freire decía hace poco más de una década que: “Quien defienda, sea cual sea su motivación, que la igualdad de género es un hecho, se equivoca por completo”.

Ni en términos de poder, ni de visibilidad, ni de remuneración económica, ni en lo que respecta a la seguridad, a la salud, al grado y la intensidad de trabajo se ha conseguido el sueño de la equidad, un sueño que comenzó a esbozarse hace ya tres siglos.

No hemos dejado atrás el problema que la fertilidad, la constitución física, la explotación sexual y la belleza provocan.

Las medias verdades han sustituido a la realidad.

Los logros a medias (el sufragio, las leyes de igualdad, la presencia social) se han tomado como universales.

Y sobre todo ello pesa un silencio, una ignorancia que nadie se molesta en develar.

Aprovecho la ocasión para unirme a la ruptura del silencio de muchas otras mujeres que han asumido esa conciencia de género aún y con el peso de una condena que muchas veces se torna en una batalla continua, batalla que se convierte en un trabajo constante para construir los pilares que sostendrán un puente llamado igualdad.

Y es que romper el silencio implica reconocer que las mujeres hemos avanzado, pero también implica decir que nos han hecho creer que nos han otorgado puestos de decisión, como los que muchas mujeres tienen, sin tener poder real para decidir.

Reconozco el trabajo de otras mujeres que desde cada una de sus trincheras han sumado a este trabajo de conciencia que mucho ha ayudado a visibilizar la violencia de género de la que somos objeto.

Y es que es a partir de los grupos de auto conciencia que hemos descubierto que son más las experiencias las que nos unen que las diferencias las que nos separan.

Las sufragistas del siglo XX confiaban en que, una vez conseguido el derecho al voto, la igualdad en sentido amplio vendría por añadidura.

Y es que efectivamente las trabas legales se eliminaron y las leyes recogieron la no discriminación por razón de sexo.

Pero aún y con eso las mujeres tampoco accedieron ni acceden al poder en la proporción de su formación y esfuerzo, los mecanismos de exclusión siguen vigentes, pero ahora más sutiles, menos visibles.

Las acciones positivas desarrollan el principio de la igualdad para corregir situaciones desequilibradas y facilitar la participación de las mujeres.

La paridad busca la igualdad en las instituciones electas.

La desigualdad de los sexos en la representación, cuestiona los fundamentos de la democracia representativa, ya que es evidente que no ha podido integrar a la otra mitad de la ciudadanía.

Pero también, como lo explica Alicia Miyares, la paridad implica consolidación del poder, sin consolidación se queda en una cuestión simplemente representativa.

El fin de la paridad también es un cambio de actitudes y valores respecto a la distribución social de los sexos.

Si al final la paridad va a consistir en seguir perpetuando los estereotipos, entonces la hemos vaciado de contenido.

Finalmente, la siguiente reflexión:

Pareciera que solo somos hijas, novias, esposas o madres, especialistas en servir comidas y atender a los demás.

¿Pero quiénes somos como personas?

¿El mundo podría seguir adelante sin nosotras?

 

 

*Egresada de la licenciatura en Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con especialidad en Justicia Electoral por el Centro de Capacitación Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Tiene estudios de Maestría en Administración de Negocios, diversos cursos en materia electoral entre los que se destacan “Reformas Electorales 2014”, “Violencia política contra las mujeres”, “Modelo de Comunicación Política en México”, entre otros. Desde el 1° de noviembre de 2018, por designación del Consejo General del INE es Consejera Electoral del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH).

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Fernando Alfonso
Fernando Alfonso es uno de los periodistas con mayor credibilidad en el panorama informativo y de opinión en el estado de Hidalgo. Dirige AVSI Comunicación, multiplataforma a la que pertenece el Periódico El Origen y la Revista DeFRENTE. Se consolidó como líder de opinión en el Noticiero Radiofónico Enfoque de NRM Comunicaciones, espacio que condujo durante 12 años. Ha colaborado, además, con W radio 96.9 FM, Radio Fórmula 970 AM y 103.3 FM, Editorial Notmusa, Diario Síntesis. Cuenta con estudios de Maestría en Administración de Negocios MBA por la Universidad Latinoamericana, es Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Premio México de Periodismo 2010, otorgado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX)

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