Estamos a muy poco tiempo que al menos una decena de partidos políticos con registro presenten, primero a la población en general y después ante las autoridades del Instituto Estatal Electoral del Estado de Hidalgo sus planillas de candidatos a presidentes municipales, síndicos y regidores, dentro del proceso de renovación de los 84 ayuntamientos municipales de la entidad.
Hombres, mujeres, jóvenes en su mayoría, pocas personas maduras y muy pocos adultos mayores, serán los nombres y perfiles que veremos en esas listas y en las boletas electorales.
El momento de transición histórica que se vive en México hace que muchos atiendan el llamado cívico a sumarse dentro de algún proyecto -a través de algún partido político- animadas o animados por la convicción de que las cosas deben cambiar y de que las cosas se pueden hacer mejor.
Sin embargo, un hecho que no puede ni debe dejarse pasar por desapercibido es la enorme carencia que padecen la mayoría de los nuevos líderes ciudadanos frente a cultura política, capacitación política, mercadotecnia política.
Aspirantes, hombres y mujeres, a presidentes municipales, síndicos, regidores y a colaboradores institucionales han comenzado cometiendo alguno o varios de los principales errores de las campañas.
“No escuchan a los ciudadanos, escuchan lo que ellos quieren escuchar, principalmente cantos de sirenas que los engañan y hacen que engañen a los demás”, dijo el director general del Instituto Comunicación Para Líderes, Fernando Ávila Báez.
No prestan atención a las emociones que se generan dentro de sí mismos o que expresan los ciudadanos a los que aspiran a representar y muy frecuentemente ese ha sido un factor de la derrota, agregó el especialista, quien imparte capacitación sobre liderazgo a figuras públicas.
No hablan acerca de las necesidades de la gente, mencionan los problemas pero no ofrecen las soluciones, van de un lado a otro actuado sin una planificación formal previa, piensan que no les hace falta el asesoramiento o acompañamiento profesional de los especialistas, no investigan acerca del entorno y, muy grave, no conocen a sus rivales dentro y fuera de sus partidos políticos u organizaciones.
A pesar de la hiperconectividad y del desarrollo digital, muchos de los aspirantes siguen tomando a la internet solamente como una moda, y desestiman el peso de las redes sociales en las decisiones populares.
Algunos actúan con prepotencia como si todavía viviéramos en los tiempos en que un político era una figura intachable, inalcanzable, se olvidan del servicio público y se centran malamente en aspiraciones particulares o de grupos.
Finalmente, lo más triste: casi ninguna o casi ninguno tiene un mensaje claro, conciso, no saben hablar, no saben escribir, su liderazgo está a prueba, comunican confusión y despiertan desconfianza.
Ante esto, la primera tarea del aspirante de nuevo perfil es reconocer sus debilidades, asumir sus oportunidades y ponerse en la ruta del entrenamiento, por cuenta propia, pues si están esperando a que sus partidos lo hagan, eso jamás va a ocurrir.
Analizar su mercado electoral, aplicar seriamente técnicas de investigación, crear marcas políticas, aplicar recursos de la mercadotecnia, construir comunidades, hacer planes de presencia digital, conectar con la población de manera fluida, crear un mensaje memorable y, sobre todo, cumplir lo prometido, son las tareas de comunicación que debe realizar un político de nuestro tiempo si quiere participar con éxito en la siguiente campaña y ganar las elecciones del 7 de junio en Hidalgo.
El Instituto Comunicación Para Líderes pone a disposición de las personas interesadas sus actividades de desarrollo humano, liderazgo y trabajo en equipos de alto rendimiento.
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