Campañas políticas: sin alcanzar la vara alta

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Las campañas políticas que se celebraron en 2020 para la renovación de alcaldías hidalguenses serán recordadas por siempre por haberse desarrollado en medio de una pandemia cuya letalidad no pudo acabar con la algarabía y colorido de jornadas de toque de puertas y creativas estrategias de comunicación vía digital, sin precedentes.

En 2021 se desarrolla el proceso electoral más grande de la historia -como el Instituto Nacional Electoral le nombró- que en el caso de Hidalgo tiene la finalidad renovar representantes en el Congreso local y en el federal. Pero este proceso se ha quedado hasta el momento muy lejos de la fiesta de colores, los apasionados discursos y los tintes de innovación que nos regaló 2020.

Hay tres factores determinantes que respaldan el argumento de que la actual campaña resulte  por periodos prolongados más apagada, sosa, y a veces aburrida que la de 2020: la primera es que la figura del diputado resulta difícil de comprender para miles de electores que en algunos casos no saben con precisión cuál es la función de su representante en la Cámara. Por otra parte, hay quienes de tanto que lo comprenden, asientan que el poder legislativo local y federal tiene un exceso de representantes que se convierten en una especia de cáncer del pueblo.

El segundo factor que obliga a que la campaña no termine por florecer como se esperaría es la construcción de coaliciones que dígase lo que se diga son complejas de digerir. A penas unos meses atrás los candidatos descalificaban, se mofaban, denostaban a los colores que ahora defienden. Este punto en específico confunde en los pronósticos hasta al más informado, porque nadie (sobre todo en política) garantiza que el apoyo que se manifiesta en público sea el que se otorga en privado y eso es muy peligroso.

Finalmente: la vara alta que dejó el proceso electoral para elegir alcaldes en 2020 parece difícil de alcanzar por lo que se vive en 2021, pero todos, comenzando por los partidos políticos, esperamos que despunten en ideas, innovación, propuesta, y sobre todo altura política por medio del respeto, como regalo para este país y este estado de Hidalgo en donde podemos seguir presumiendo que manda la democracia.

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