Unos por novatos y otros por muy vividos. Candidatas y candidatos a cada una de las presidencias de los 84 municipios que conforman Hidalgo podrían cometer, si no es que están cometiendo, alguna de las siguientes acciones que contribuirían a llevarle a la derrota.
La buena noticia es que están muy a tiempo de corregir el rumbo, así que hazle un favor a tu candidata o candidato y compártele los siguientes puntos:
- Omitir nuevos liderazgos
La listita de líderes en el municipio que de cajón les debió haber compartido su partido político no es absoluta, se mueve todos los días, y será obligación del equipo de campaña actualizarla.
Los liderazgos, digamos, tradicionales, ya hasta se deberían saber de memoria, siendo aspirantes a encabezar el desarrollo del municipio que integra a todos los grupos sociales. Pero ¿qué hay de los nuevos liderazgos? ¿Los conocen? ¿Los ubican?
En muchos casos esos nuevos valores están lejos de los reflectores políticos, de hecho, hay una mayoría importante a quienes ni les interesa el tema, no están afiliados a ningún partido, y a veces no tienen contemplado siquiera ir a votar.
Revisen, por ejemplo, lo que sucede con profesionistas vinculados a las ciencias y las universidades, a personas de la sociedad civil con importante influencia en redes sociales, grupos de mujeres asociados al aprendizaje continuo de diferentes áreas, jovencitos que a penas cumplieron la mayoría de edad y ya son cabezas de algún grupo (de amigos de la fiesta, del deporte, de la ciencia: todo suma).
Intentar ganar con las estrategias de siempre, con la misma gente de siempre, con los liderazgo de siempre, es una tarea absurda que dificulta el rumbo a la victoria.
2. Desestimar el poder de las redes sociales
En pleno 2020 hay candidatos que se quedaron sembrados en el pasado y van de casa en casa agitando su banderita sin considerar una estrategia alternativa vía redes sociales. Ni la pandemia que ha obligado a todos a acelerar el paso para utilizar de mejor manera los medios digitales hace despertar a los dinosaurios. Si así de retro, así de lenta va su campaña, ni se imaginan el desastre que pudiera resultar su gobierno, si de milagro el voto les favoreciera.
Deben saber que las redes sociales no solo sirven para publicar las actividades que van desarrollando durante su campaña, sino para posicionar su ideología, sus propuestas, sus posturas frente a temas determinantes de nuestra realidad local y más aún, sirve como un termómetro para identificar aceptación social, descontentos, desacuerdos, que bien estudiados podrían servir como la mejor herramienta para replantear la estrategia que deberá ir mejorando día tras día.
3. No tener un enlace eficiente con medios de comunicación
También la manera en la que se realiza esta gestión especializada es determinante, toda vez que los medios tradicionales y más aún los digitales -en este momento-, dadas las exigencias de esta atípica campaña, son vitales y terminan por ser una de las herramientas más poderosas.
Enviar boletines y fotos para su publicación en los medios de comunicación es solo el inicio de esta importante tarea. También la innovación en esta área será factor importante a la hora de decidir: entrevistas en video, galerías, frases, cápsulas, dinámicas para la interacción, musicales, entrevistas exclusivas, conferencias de prensa, son solo algunos productos que podrían compartirse a los medios.
En esta sensible responsabilidad, la relación profesional y hasta personal que el titular del área lleve con los trabajadores de los medios resulta de lo más importante y, en este sentido, la omisión de atenciones para un solo medio sin importar su dimensión, podría, por decir lo menos, echar abajo el trabajo de todo un equipo de campaña, en momentos cruciales del proceso.
4. No invertir en material que garantice su presencia en calles y sitios públicos
En algún momento de nuestra historia las voces que exigían a partidos políticos no despilfarrar recursos en lonas y volantes crecieron, y crecieron con razón, pero ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre.
Apegados a los lineamientos legales, el hacer presente la imagen de la candidata o candidato en calles y sitios públicos es básico. Cuando se logra elegir una imagen agradable que se colocará en puntos estratégicos, no solo resulta en una ayuda significativa para el posicionamiento del candidato, sino que termina por ayudar muchísimo al elector que deberá tomar su decisión frente a la urna.
Hay aspirantes cuyos nombres, imágenes y trayectorias, no son conocidas para el electorado y por tanto tienen la gran oportunidad de darse a conocer por medios tan básicos y tradicionales como este que se menciona y no lo hacen. Casi nunca es cuestión de dinero, sino de visión y alianzas.
5.Hacer una campaña para “unos cuantos”
Este quinto y último punto terminará por entregar derrotas a lo largo y ancho de Hidalgo a institutos políticos que pretenden volver a ganar echando mano de recursos de unos cuantos para unos cuantos, cerrados a una estructura, a un grupo de amigos y afines, para -a la postre- beneficiar solo a unos cuantos.
La visión del candidato, que debería ser la visión de un alcalde, debe ser desde campaña la de sumar voluntades, no solo del grupo ubicado en su zona de confort, sino en todos los grupos en los que sea posible.
Esta campaña política sin precedentes no podrá ganarse con la fuerza de las denominadas estructuras de los partidos políticos únicamente. El nuevo electorado es cada vez más informado, inteligente, y libre, por eso se acabó la estrategia basada en ganar con unos cuantos.
Hay que decir que en Hidalgo se observan varios proyectos muy sólidos en todos los rubros, que hay candidatas y candidatos con sobrado cumplimiento en cada uno de los anteriores cinco puntos, pero hay también quienes reprueban peldaño por peldaño y así reconocerlo será una excelente forma de reinventarse, de mejorar.
Candidata, candidato, seamos serios: ¿cómo va tu campaña?
